THE MARVELOUS MRS. MAISEL: ser mujer y comediante en los ‘50

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Belén Lescano

Belén Lescano

Redactora at Corriendo La Voz
Licenciada en Comunicación Social. Ariana. Fan de los soundtracks. Nolite te bastardes carborundorum.
Belén Lescano

Como dice el refrán, todo tiempo pasado siempre fue mejor. O, por lo menos, lo es para muchas de las historias que se llevan a la pantalla chica hoy en día. Amazon Studios eligió la década de 1950 para contar cómo Midge Maisel (Rachel Brosnahan), una mujer dedicada a su familia logró desligarse de sus propios prejuicios para convertirse en comediante de stand up, una industria, al parecer, manejada por hombres.

Mientras Netflix se encaprichó con rememorar los ’80 de modo nostálgico, con series como Stranger things y Glow, Amy Sherman-Palladino y su esposo (creadores de Gilmore Girls) decidieron apostar por los 50′. La protagonista de esta historia es Midge, esposa, madre y ama de casa que acompañaba religiosamente a su marido Joel (Michael Zegen) todas las noches a verlo realizar su número de stand up en un pequeño bar de los suburbios de Nueva York. Algo así como el Comedy Cellar en los inicios de Louie.

Rachel Brosnahan encarna a Midge, y Michael Zegen a Joel Maisel, su esposo.

Ella era quien tenía ideas y lograba que le den un pequeño espacio para lucirse, ya que nadie más lo consideraba talentoso. Pero todo cambia para Midge cuando su marido decide separarse. Su vida perfecta en la zona más adinerada de Manhattan y el hecho de vivir pura y exclusivamente para su casa de pronto se cayeron a pedazos.

Un cambio de mirada

Apenas Joel se va del piso gigante que compartían en el Upper Side Street, Midge intenta seguir con su vida de siempre, ocultando su separación por miedo al “qué dirán” porque ella misma, cuando estaba en pareja, criticaba y veía con malos ojos a las mujeres divorciadas.

En este sentido, la serie y, en especial, la protagonista, realizan una evolución que se ve desde primer capítulo, con respecto a la mirada conservadora propia de la época sobre el “desprestigio” que significaba que el marido se haya ido de casa (siempre por culpa de la esposa), y volver a estar soltera con hijos.  

Al principio, Midge era una mujer plenamente dedicada a su hogar.

En un principio, no hay un cuestionamiento por parte del personaje o de sus amigas sobre este pensamiento tan naturalizado de que la mujer debe acompañar al hombre. Por eso, es interesante ver cómo Midge, gracias al stand up y a Susie Myerson (Alex Borstein), quien se convierte en su representante, se da cuenta que hay mucho más allá de su vida cómoda y dependiente, pues su forma de ver el mundo le quitaba libertad.

Entre ambas se genera un vínculo de amistad que se fortalece a medida que transcurren los capítulos. Susie, a pesar de pertenecer a un mundo totalmente diferente al de Midge, es la gran impulsora de su carrera, quien la apoya, le exige, y en todo momento le recuerda lo buena comediante que es, a pesar de los tropiezos y barreras.

En todo este cambio de perspectiva se percibe la mirada feminista que tienen los creadores en el producto, aunque los personajes nunca pronuncien esa palabra. Según contaron Amy y Daniel Palladino en algunas entrevistas, si se le preguntara a Midge si es feminista, ella diría que no. Pero sus acciones son de una mujer que se anima a hacer cosas en una época en la que otras no lo hacían, por lo que el personaje es feminista sin saberlo.

Ser mujer y comediante ayer y hoy

Uno de los mejores mensajes que desliza la serie es que no se triunfa de la noche a la mañana. El lema “no será fácil” está presente en todo momento y más cuando se quiere romper con el prejuicio en “el mundo de los comediantes” y de los consumidores del género, de que una mujer no puede ser graciosa si habla de “cosas de mujeres”.

Tampoco podés ser exitosa si sos vos misma, es lo que le dice a Midge la única comediante consagrada de la época que finge ser alguien que no es para que su público se sienta identificado con ella. Sin embargo, desde un principio la protagonista quiere mostrarse auténtica y compartir sus aventuras cotidianas arriba de un escenario y frente a un público que no la conoce, sin mentir.

Amy y Daniel Palladino contaron en varias entrevistas que no se inspiraron en ninguna comediante en particular para crear a Midge. Admiten que pueden encontrarse similitudes con Joan Rivers, una comediante, actriz y presentadora estadounidense, aunque ella comenzó su carrera 10 años después de la época en la que está ambientada la serie. Su idea no era contar la vida de una cómica, sino que, de manera general, quisieron mostrar la lucha constante que puede llevar una mujer entre mantenerse en la zona de confort o arriesgarse.

El humor rápido y ligero de la serie, una protagonista fresca, ingeniosa y audaz, y el retrato de época musicalizado de forma brillante por los grandes éxitos de Peggy Lee, Barbra Streisand, Ella Fitzgerald y Frank Sinatra, entre otros, sirven para volver al presente y pensar qué ocurre con las mujeres que hacen humor hoy.

Si miramos rápidamente los especiales de stand up que Netflix comenzó a lanzar desde hace un par de meses, el porcentaje de comediantes se inclina claramente por los masculinos. Por un lado, es cierto que a la plataforma llegan los consagrados, los que más público atraen, etc. Entonces, ¿por qué el stand up hecho por mujeres no es tan consumido? ¿Es eso, o es que no basta con ser una comediante “promedio”, sino que hay que ser realmente buena para llegar a tener mayor reconocimiento? ¿O es que, como señala la serie, todavía hoy existe el prejuicio de que la mirada de una mujer no puede generar carcajadas?

Volviendo a la serie ganadora del Globo de Oro a mejor comedia y mejor actriz, es por estas mismas preguntas que resulta tan efectiva. Nos entretiene y divierte al mismo tiempo que nos hace cuestionar sobre lo que consumimos, por qué lo hacemos, y nos hace pensar qué tan fácil es deshacernos de nuestros propios prejuicios. Todo eso en sólo 8 capítulos imposibles de no maratonear.

La vida y la carrera de Midge son grandes signos de pregunta, así que, por el momento, ver la serie y volverla a ver es un buen plan mientras esperamos ansiosos la segunda temporada que estrena este año.  

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