No fue un sueño. Esa mañana del 25 de febrero de 2005 a todos nos golpeó cruelmente la misma noticia nefasta: su guitarra se había apagado para siempre. Todas las partidas son dolorosas, pero cuando las circunstancias son evitables, parece todo mucho más injusto. La muerte lo encontró, quizás sorpresivamente, pero aún, en sus últimos minutos, podemos estar seguros que se encontraba donde quería, junto a su fiel compañera, la única que siempre fue a su par.

Un accidente de tránsito en la ruta 5 protagonizado por su motocicleta Harley Davidson puso fin a la vida de la máxima expresión del blues latinoamericano. El “hombre suburbano” nos abandonó demasiado temprano. Sin embargo, nos dejó en herencia lo mejor de sí: su inigualable arte. Pappo’s Blues, su banda insignia, y luego Riff, dejaron discos para siempre. Sus letras y composiciones hicieron de la libertad su más preciado estandarte. No cabe dudas, hoy es un héroe más para el rock y el blues local, para sus colegas y para nosotros, sus eternos admiradores.

¡Gracias Pappo! Desde Corriendo La Voz queremos recordarte así, haciendo lo que mejor sabías y lo que mejor nos dejaste para siempre.

 

 

 

 

 

 

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