#EMN El Encuentro somos todas

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Victoria Fusco
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Victoria Fusco

Redactora at Corriendo La Voz
Periodista | Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social (UNLaM) | Apasionada por viajes, recitales y redes sociales | Contacto: [email protected]
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¿Para qué se reúnen miles de mujeres desde hace 31 años consecutivos un fin de semana largo en distintas provincias argentinas? A pesar de que este año, el evento se dio a conocer por la demonización de las pintadas en Rosario y por la represión policial, el Encuentro se gestó en los años 80´, cuando un grupo de mujeres se juntó para parir su propia historia.

En los encuentros hay debates, cantos, marchas y banderas. Las participantes gritan contra el patriarcado en las escuelas. Se movilizan en las calles, desde que llegan hasta que se van. También, hay espacios de recreación y actividades culturales. La localidad en donde se desarrolla, se transforma en territorio feminista.

“Algo cambia en cada mujer que participa”, es la frase que se repite en todos los encuentros. Así lo explica la educadora popular Claudia Korol, en el libro Mujeres que se Encuentran : “No sólo se trata de encontrarnos con miles de mujeres, sino que El Encuentro abra las puertas para que fluya lo que fue más aplastado y reprimido, ocultado y temido, estigmatizado y negado. En estas mágicas movilizaciones, con el apoyo de las brujas quemadas hace siglos en hogueras, y con la ayuda de las diosas que siempre estuvieron de nuestro lado, el deseo empieza a fluir. Primero lo hace tímidamente y luego danza y canta y marcha y grita y acaricia… Es el momento en que el Encuentro termina y volvemos a casa… con el deseo a flor de piel”.

1986: El nacimiento del encuentro

El Primer Encuentro Nacional de Mujeres reunió a 1.000 concurrentes en el Centro Cultural San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, entre el 23 y el 25 de mayo de 1986. La Comisión Organizadora la integraban mujeres de todo el arco político: peronistas, conservadoras, radicales, comunistas, socialistas. Además de independientes. La democracia era reciente y las ganas de juntarse eran más fuertes que las diferencias. Había que trabajar para conquistar nuevos derechos.encuentro-nacional-mujeres_claima20150323_5479_27

Foto: Indymedia

En esa época se luchaba por la patria potestad compartida y por la Ley de Divorcio. Los avances están, pero todavía faltan políticas profundizadoras en materia de género. Uno de los temas centrales del primer Encuentro fue la sexualidad, mientras que las consignas expresaban: “libertad, democracia y participación”.

La independencia política y el autofinanciamiento fueron los ejes de la organización. Para recaudar fondos se hicieron peñas, se recibieron aportes personales y bonos contribución. La locación se solicitó gratuitamente y los sindicatos facilitaron el alojamiento de las participantes del interior del país.

El antecedente fue la III Conferencia Mundial de la Mujer de 1985, que se realizó en Kenia, Nairobi y en la que concurrieron 15.000 mujeres de todo el mundo. Las feministas argentinas asistieron y volvieron sorprendidas al escuchar las experiencias de las asiáticas, africanas y latinoamericanas.

“Fuimos al congreso de Nairobi y nos dimos cuenta de que los países que más logros tenían eran aquellos en donde las mujeres trabajaban más unidas”, comentó Ethel Díaz, una de las 45 integrantes de la primera Comisión Organizadora, en el libro Mujeres Pariendo Historia.

Los siguientes encuentros

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Acordando con las autoras Amanda Alma y Paula Lorenzo, se puede decir que en la historia de los Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM) existieron varios hitos. Por una parte, está el primer ENM que abre este evento en Argentina y el ENM, realizado en 1997, donde el poder eclesial comienza a intentar romper el ambiente y organiza un “encuentro paralelo”.

Por otra parte, a partir del ENM del 2001 el evento comienza a masificarse, gracias a las resistencias que originó la crisis económica, política y social. Finalmente, en el ENM que se llevó a cabo en 2003, la demanda por la despenalización y legalización del aborto tomó presencia en la agenda pública y se creó la Campaña por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito.

Se puede destacar, que desde que se realizó el #NiUnaMenos, en el 2015, la cantidad de asistentes aumentó de forma significativa. En 2016, Rosario recibió aproximadamente 70.000 mil mujeres. Ellas se quieren hacer escuchar, más en un país en el que asesinan a una mujer cada 30 horas, según el informe anual del Observatorio de Femicidios Marisel Zambrano, de la ONG La Casa del Encuentro.

“Mujer escucha, únete a la lucha”

El patriarcado, implica que la dominación se trasforme en una relación social. Este ejerce una opresión sobre las mujeres debido a la instalación en la sociedad de una serie de atributos naturales sobre ellas: serían naturalmente sumisas, cuidadoras, maternales y pacíficas. Las encuentreras se juntan para desnaturalizar a este sistema.

A pesar del ninguneo de los medios hegemónicos, de las controversias que genera el “plan de lucha: ¿sí o no?”, de la irrupción de la Iglesia en los talleres, de los infiltrados que causan destrozos en los alrededores de la catedral (que no representan a las miles que se movilizan año tras año), el Encuentro sirve para encontrarse y fortalecerse con Otras.

Por otro lado, las concurrentes comparten experiencias y se replantean sobre los supuestos ya establecidos; se preparan para la lucha y se organizan para salir a denunciar que las están matando, que hay una brecha salarial entre el género masculino y femenino y que todavía, en 2016, hay mujeres que mueren por abortos clandestinos. Tomar la palabra para que se nos visibilice y de una vez por todas empoderarnos.

 

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