#JuguetesConGénero La lucha contra el azul y el rosa

Nuestra cabeza y nuestro bolsillo están todavía tratando de recuperarse del último Día del Niño que se festejó en nuestro país. Sin embargo, además de gastos y preocupaciones, la violencia simbólica del mercado nos ha dejado más de una inquietud.

Por Gina Penelli @Gii_Penelli

Después de la Primera Guerra Mundial y frente a las diferentes atrocidades que ésta le había mostrado a la humanidad, nació una clara necesidad de bregar por los intereses y el bienestar de todos los niños del planeta, es por eso que, luego de una declaración de Naciones Unidas, en muchísimos países del mundo comenzó a celebrarse “El día del niño”.
Por supuesto que el tiempo y el capitalismo han logrado transformar tanto el sentido de este festejo como los valores que nos toca transmitirles a los más pequeños.

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Los chicos absorben todo de los adultos: los modales, las palabras, las reacciones; las imitan y las trasladan luego a sus espacios y a sus relaciones. Lo único innato es el sexo, el aparato genital. El género es una construcción social cimentada en los deseos y expectativas que tienen los padres sobre el chico e impuesta mediante la ropa, las actividades, los colores, los deportes y los juguetes que eligen para él. Pero, es ingenuo pensar que nadie ha elegido antes que ellos qué tipo de juguete lleno de sentido van a regalarle.

Veamos, realizaremos una de las acciones más comunes en nuestros días: googlearemos “Juguetes nenes” y “juguetes nenas”.

El resultado:

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En esta primera foto, aparecen los diferentes juguetes para varones  y podemos ver una amplia variedad de estilos. Un equipo de herramientas, disfraces de superhéroes, autos, un cohete gigante, un set guerrero de escudo y espada, muñecos de piratas, una batería o una guitarra eléctrica, ladrillitos para construir.
De acuerdo a los conceptos que reflejan estos juguetes, el varón puede estimular su ingenio construyendo, inventando, arreglando cosas. Puede ser un músico talentoso, un corredor de fórmula 1, un luchador. Puede ser un superhéroe admirado, puede salvar al mundo o irse de él en un cohete.

Mientras tanto, las nenas…

juguetes nenas

 

En esta foto en donde aparecen los juguetes recomendados para las nenas encontramos el detalle que todo es rosa o violeta o, rosa y violeta. Y las posibilidades son una heladera con cocina y bacha para equipar la casa, una plancha y su tabla, una caja registradora y los elementos para hacer las compras, un muñeco de bebé y su cochecito, un set de ollas y sartenes para la cocina y varios kits de maquillaje.  Es decir, los conceptos de los juguetes indican que la nena que los reciba puede ser ama de casa, ama de casa, ama de casa, mamá, ama de casa y modelo (o una ama de casa preocupada por su estética.)

Entonces la inquietud se planta. ¿Acaso una mujer no puede ser música, arquitecta, luchadora? ¿No puede construir edificios con ladrillos y su vida con valores diferentes? ¿Un hombre no puede ocuparse de tareas domésticas? ¿No puede disfrutar cocinando o cuidando de su propio hijo?

Han separado por género las oportunidades. Las mismas jugueterías ordenan los productos por separado entonces un pasillo es mitad azul y mitad rosa, siendo el azul la representación de la energía, el poder, la competencia y la fuerza mientras que el rosa transpira belleza, suavidad, domesticidad, orden y sumisión.

Este siniestro concepto es arrastrado desde hace décadas. Los varones tienen como referentes a los superhéroes del momento, Iron Man, Superman, Batman, Capitán América, el “increíble” Hulk (quien muestra como virtud la violencia extrema) y distintos personajes que son hábiles, fuertes, ingeniosos y, por sobre todo, necesarios. Las mujeres, en cambio, tienen como referente a Barbie, una chica bien posicionada socioeconómicamente que pasa su tiempo con amigas y con su novio que son iguales a ella. Adictos a la ropa, a cuidar su cuerpo y a consumir lujos.

Los juguetes sexistas son una reproducción más del estereotipo machista y patriarcal que expone y ordena la sociedad en la que vivimos.
Tenemos que entender que los juegos deben ser espontáneos y deben ser herramientas para la estimulación física y psíquica de los chicos.
Sin embargo, (y tristemente) no es una decisión que podamos tomar nosotros sin tener que atravesar ningún obstáculo.
La publicidad, el recurso más corrosivo que tiene el capitalismo para aniquilar todo tipo de valor humano, ha calado fuerte en los huesos de las personas y ha echado raíces en el cliente perfecto: los niños.
Es por eso que, a pesar de que crezcan en una casa en donde la mamá no es una ama de casa tradicional sino que es una mujer independiente que además de cuidarlos tiene su propio trabajo, su propio pasatiempo y no utiliza vestidos largos y peinados estrafalarios y el papá no ocupa su tiempo en salvar a la ciudad o en realizar deportes extremos sino que es empleado en una oficina, los niños siguen pidiendo héroes y princesas. Siguen soñando con ser algo que no van a poder ser. Se despersonalizan y juegan a ser otros perdiendo sus yo propios.

En las últimas décadas, la lucha de hombres y mujeres por una igualdad de género ha ocupado infinidad veces las calles y ha cosechado algunas derrotas pero muchas conquistas. Será momento entonces de ir por esta.

 

Los juguetes no tienen género, no se los pongas vos.
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Palabras claves: Consumo- Juguetes con género- Niñez- Sociabilización primaria- Machismo- Feminismo- Género- Día del Niño- Estereotipos. 

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