Gendarmeria: de tirarse arriba de un auto a “picanear” a un menor
- De corriendolavoz
- febrero 16, 2015
- Sin comentarios
En los últimos años se ha reforzado la idea de que “más efectivos, son sinónimo de mayor seguridad”, de ese modo no sólo sale más personal a las calles sino que es parte de la sociedad la que exige más efectivos. En paralelo al crecimiento de los uniformados, crecen otros tipos de delitos: Gatillo fácil, abuso de autoridad, coimas, zonas liberadas para el delito organizado, etc, etc. ¿Qué debemos hacer en caso de toparnos con un hecho de éstos?: No tener miedo y denunciar, como hizo Gabriela que denunció a la Gendarmería por las torturas que sufrió su hijo.
Por Vanesa Spaccavento @VaneSpaccavento
En las vísperas del fin del 2014 (y a no mucho de que se cumpla el sexto aniversario de su desaparición) la lucha por la búsqueda de Luciano se convirtió en la exigencia de justicia por todo lo ocurrido y por lo que se reveló a partir de la aparición del cuerpo. El 2015 no tardó en traernos otra muerte, otro dolor y otro caso en el que la Policía decide quién vive y quién muere: Ismael Sosa; un pibe como cualquiera que fue a ver a La Renga y jamás volvió. Pero, cuando hablamos de violencia institucional, no sólo nos referimos a la Policía sino a las Fuerzas en general porque la Gendarmería es otra de las que no está ajena a éstas prácticas que algunos siguen ignorando y hasta negando.
El año pasado pudimos ver las violentas represiones que llevaron a cabo contra los trabajadores de Lear, vimos como el video que mostró al “Gendarme carancho” se viralizó y en éste segundo mes del año: vuelven a ser protagonistas de una noticia que confirma que están para todo, menos para cuidarnos.
Cuando la violencia institucional es descargada sobre alguien algunos patrones se repiten:
- Se da en barrios pobres
- Casi siempre la victima es un menor de edad
- Siempre buscan justificar su accionar disfrazando de delincuente a la víctima
- Siempre cuesta que la justicia realmente investigue a los efectivos en vez de a la víctima.
En este caso particular del que hablamos hoy: la Gendarmería torturó con picana a pibe de diecisiete (17) años de Fuerte Apache.
Las cifras que arrojan las estadísticas de CORREPI dan MIEDO pero la indiferencia de la población genera PÁNICO E INDIGNACIÓN.
218 desaparecidos en democracia, 2.778 asesinados por el aparato represivo estatal desde el 25 de mayo de 2003, 4.321 desde diciembre de 1983.
Gabriela, madre de Johan (el joven torturado) brindó una entrevista a la Agencia de Noticias Paco Urondo en la que relató toda la pesadilla.
¿Qué fue lo que ocurrió con su hijo Johan?
Yo tengo otro hijo que acompañó a una persona y quedó involucrado en una causa y le dieron pedido de detención. Johan y Brian se llevan 14 meses y son muy parecidos. Johan estaba jugando en el barrio cuando los gendarmes lo rodearon y le dijeron que le iban a hacer una pregunta. Cuando lo sacan del grupo lo esposan, lo golpean, lo suben a la camioneta; yo llego porque me vinieron a avisar.
Cuando le dijeron a Johan que le iban a hacer una pregunta: ¿le llegaron a decir algo más?
Le preguntaron el nombre, él contestó Johan Pedroso y se lo llevaron.
¿Usted llegó a hablar con los gendarmes?
Mi hijo tiene 17 años, se lo llevaron esposado a la base. Llegué atrás en un remis y les mostré que era Johan, no Brian, les mostré fotos. Cuando pregunto por qué lo detienen me dicen que no saben. Les digo que sí sé por qué, están buscando a mi hijo Brian pero no es él. Muestro una foto donde están los dos juntos. Fue muy complicado hacerles entender.
¿Su hijo Brian tiene una causa?
No, tenía un pedido de detención porque lo habían nombrado en una causa, que yo sé que no tiene nada que ver. Tiene su abogado, se va a defender como se tenga que defender. El día que allanaron mi casa buscando a Brian también le pegaron a Johan por su parecido con el hermano y Gendarmería fue peor porque usó la picana eléctrica, que está prohibida. Lo quemaron todo.
¿Lo pudo ver un médico, un abogado?
Tardamos ocho horas en sacarlo de la base. Como Johan es uno de los que está pintando los murales en Fuerte Apache, vino gente del entorno de Johan a reclamar, a pedir por él. Cuando vamos al médico forense los gendarmes le dijeron: “fijate el informe que hacés porque si no lo llevamos a Campo de Mayo”. El forense tuvo que agachar la cabeza y puso que tenía un solo golpe muy grande pero Johan estaba muy golpeado, le mojaron la espalda y le ponían la picana encima.
¿Esto cuándo fue?
El lunes dos de febrero.
¿Se pudo comunicar con autoridades municipales, provinciales, gente del ministerio de seguridad? No, lo que hice fue buscar a mi hijo Brian porque el gendarme me dijo “a partir de ahora nos vamos a ver muy seguido, señora”; yo les dije “espero no verlo nunca más” porque mi hijo no es una persona que yo tenga que ir a buscar, ninguno de ellos tiene entradas a la comisaría. El chico estaba jugando acá en el barrio, lo levantaron a las cuatro de la tarde, no a las dos de la mañana.
¿Usted llevó a su hijo Brian para presentarse a la justicia?
Sí, porque si no Johan no iba a salir más. Yo llevé a Brian a la justicia y empecé a hacer un trámite pero es muy engorroso para pedir un recurso de amparo y como estoy moviéndome con lo de Brian también no me dan los tiempos. Los dos están con mucho miedo.
¿Brian está detenido?
Sí.
Cuando se produce el momento de la detención, ¿no le pidieron documentos? ¿No constataron su identidad?
No le pidieron nada, lo único que le preguntaron es cómo se llamaba, lo cargaron por el nombre, le dijeron ¿es un nombre eso? Johan los miró y les dijo que sí, me llamo así, lo cargaron un poco y se lo llevaron.
¿Y, al momento de la entrada en la base de gendarmería, tampoco?
Tampoco. Cuando se dieron cuenta de que no era Brian, que era Johan, cuando yo llevé sus papeles, le siguieron pegando para que diga dónde estaba Brian. Siempre *encontraron una excusa para seguir pegándole y él no sabía dónde estaba el hermano.
Esta tortura que usted describe: ¿duró ocho horas?
Tardamos ocho horas en sacarlo, logré sacarlo a las 12 de la noche, pararon un poco de golpearlo cuando apareció gente que está haciendo los murales en el barrio.
(…)
Claro está que no es fácil, que la Justicia hoy en día parece no existir pero cierto es que el silencio es cómplice y que hay que denunciar.
Contacto de CORREPI: Facebook.com/CorrepiOrganizacion/
Manual del Pequeño detenido para saber cómo actuar ante una detención
Palabras Claves
Violencia Institucional – Tortura con Picana – Gendarmeria
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