Lo importante es ser uno mismo

Desde el 30 de agosto de 2009 se encuentra en pleno corazón del barrio de San Telmo, una pequeña gran estatua: el más popular y famoso de los personajes de Quino, Mafalda.

Por Valeria Servidio @ValeServidio
para @CorriendoLaVoz_

“Mafalda” es una tira de prensa concerniente al humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino. Su protagonista es una niña cuyo nombre justamente es Mafalda, la cual Umberto Eco ha definido como una “heroína iracunda que rechaza al mundo tal cual es [...] reivindicando su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo de un universo adulterado por los padres.”

Pequeña curiosa; rebelde, idealista, comprometida con la realidad de su época, ha sabido enamorar con sus cuestionamientos, preocupaciones, utopías y su (no tan) ingenua ironía a un gran público que se extiende más allá de Argentina. Toda Latinoamérica y gran parte de los países europeos se han vistos atraídos por este personaje que ha sabido defender la paz mundial y los derechos de los niños, entre otros temas sociopolíticos.

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La historieta fue presentada oficialmente el 29 de septiembre de 1964 en la revista Primera Plana, para luego pasar a El Mundo y Siete Días Ilustrados, hasta que en 1973 se publicó la última tira por orden del propio autor. Posteriormente, Mafalda ha aparecido ocasionalmente para participar en distintas campañas nacionales e internacionales avocadas a la los derechos humanos, la salud, la educación, la política, etc.

El 30 de agosto de 2009 se inauguró en la esquina de Chile y Defensa (San Telmo, CABA) una estatua de 80 centímetros, realizada por Pablo Irrgang. Con un vestido verde, su peculiar peinado y una pícara y simpática sonrisa; espera sentada a miles de turistas que se acercan a tomarse una fotografía a su lado.

La elección de esa esquina no es casual: cuando en 1964 comenzó a ser publicada la historieta, su autor vivía ni más ni menos que a media cuadra del sitio donde hoy se encuentra la representación. Es por ello que muchos de los escenarios en los que se desarrolla la historieta tienen una suerte de correlato con rincones del mítico San Telmo.
Aquel 30 de agosto, un enorme público (fans, vecinos, dibujantes y amigos de Quino e incluso, autoridades públicas) se acercó para darle un cálido recibimiento a lo que se convertiría en uno de los íconos del barrio. Así mismo, el dibujante recibió una réplica en miniatura de la estatua y una “medalla del Bicentenario”.

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