#LaPlata un año gritando: memoria, verdad y justicia

El abrazo silencioso; las miradas llenas de lágrimas; los rostros duros de bronca y dolor, era la postal que se repetía en todos los rincones de una plaza llena de platenses. 

Por Maria Luz Bottani @LuzBottani

Familias completas, desde los bebés hasta las mascotas, decían presente. Niños agitando cartulinas que pedían “memoria, verdad y justicia”, frente a la mirada orgullosa de sus padres. Todos eran iguales esa noche. A todos desde hacía un año les había cambiado la vida para siempre.

Los familiares de víctimas de la inundación y las asambleas barriales, eran los encargados de todo. Estaban mezclados entre la multitud, algunos quebrados en un llanto silencioso, encontraban el abrazo incondicional de un compañero.

Mientras que en el escenario sonaban bandas, algunos aprovechaban a caminar en silencio y de la mano de sus hijos. A los únicos que se escuchaba hablar era a los periodistas, fotógrafos y camarógrafos. El resto sólo se limitaba a mirar, con desconsuelo y dolor.
Sin embargo el silencio no era tal. Los inundados hablaban, pero a través de sus carteles artesanales, de fotos con familiares fallecidos ese trágico 2 de abril, de remeras o tan sólo sosteniendo una vela encendida en sus manos.

La Municipalidad vacía, custodiada por policías, fue utilizada de pantalla gigante para mostrar vídeos que resumían, en imágenes, lo que sucedía hacía exactamente un año atrás. Mirar alrededor mientras la proyección avanzaba, era ver llantos reprimidos y solitarios finalmente encontrando libertad. Familias abrazadas sosteniéndose frente al doloroso recuerdo. Rostros mirando hacía el cielo quizás buscando las respuestas que no obtenían acá.

Antes de comenzar la marcha hacía la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, los familiares de víctimas de la inundación alzaron su voz con la lectura del documento. En él estaba la crónica que comenzaba con la lluvia incesante de la tarde del 2 de abril, cómo al otro día todos sacaron gran parte de sus vidas a la vereda intentado encontrar un rayo de sol que combatiera el destrozo del agua. Hasta cómo se unieron en el dolor y lo transformaron en impulso motor que hoy es una asociación civil.

No sólo se encargaron de iluminar los cimientos de semejante movilización, si no que también denunciaron al Estado Municipal, Provincial y Nacional como absolutos responsables de una tragedia evitable. Ese fue el único instante en el que se disolvió, entre silbidos, abucheos e insultos, el silencio que era protagonista e invadía desde temprano a más de nueve mil platenses.

 

Fuerza La Plata!!!!

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