#LadoNerd ‘The Office’: el ícono de la comedia

Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Florencia Martinez

Florencia Martinez

Redactora at Corriendo La Voz
23. Periodista. Estudiante de Comunicación Social en la UNLaM. Amante de la comida. Compradora compulsiva de libros. Eterna cinéfila. Vincent Vega sigue vivo.
Florencia Martinez

El 16 de mayo de 2013, llegaba a su fin una de las series norteamericanas más conocidas de la historia que marcaría un antes y un después en la forma de escribir ficción. El falso documental y sitcom creado por Greg Daniels se consagra en la actualidad como un producto ejemplar con sus nueve temporadas emitidas a nivel mundial.

La gente me dice que soy el mejor jefe. Dicen: ‘Dios, nunca hemos trabajado en un lugar así, eres divertidísimo. Y sacas lo mejor de nosotros’. Creo que ésto (le muestra a la cámara una taza con la inscripción de Mejor Jefe del Mundo) lo resume bastante bien. Lo compré en Spencer Gifts”. Y fue así como un muy serio Michael Scott (Steve Carell) nos sonsacó una carcajada al otro lado de la pantalla. Aún si la primera temporada no fue el mayor momento de brillo de su personaje, en tanto el actor aún estaba adaptándose a él, con el correr de los capítulos comenzamos a enamorarnos de su estúpido sentido del humor.

Cuando la versión estadounidense de la serie británica The Office se estrenó, el 24 de marzo de 2005, por la cadena NBC, la gran mayoría del público se encontraba escéptico ante la propuesta. Frente a la brillantez de su antecesora, una adaptación prometía problemas. ¿Cuántas veces se han dañado las obras originales a partir de las remakes o reboots? Ni siquiera es necesario explicar el miedo que sienten las audiencias frente a este tipo de eventos, pues nosotros mismos como tales los conocemos.

El elenco (británico) original estaba liderado por Ricky Gervais, quien interpretaba a David Brent

Sin embargo, lo que presentó el director del piloto de este documental falso y paródico, Ken Kwapis, fue la promesa de algo más. La idea continuaría desarrollándose con el tiempo, hasta dar lugar a un producto absolutamente nuevo, fresco e independiente del anterior. Ahí radica la verdadera excelencia de esta historia situada en el interior de la compañía de papel ficticia Dunder Mifflin -ubicada en Scranton, Pensilvania- que toma en su lente las ridículas andanzas de los trabajadores que la componen.

¿Quién puede resistirse a las miradas irónicas de Jim (John Krasinski)? ¿O al encanto de Pam (Jenna Fischer)? ¿Cómo ignorar la química en la extraña relación que comparten Kelly (Mindy Kaling) y Ryan (B. J. Novak)? O al maravilloso escepticismo de Angela (Angela Martin), Stanley (Leslie David Baker) y Oscar (Oscar Martinez), la estupidez de Kevin (Brian Baumgartner), la extravagancia de Meredith (Kate Flannery) y Creed Bratton. Esto, claro, sin invocar al majestuoso, único e inigualable Dwight Schrute (Rainn Wilson).

A lo largo y ancho de sus nueve temporadas, con incorporaciones y despedidas dentro de su elenco, The Office logró dar con la aceptación de los espectadores y una calidez increíble por parte de sus personajes. Las relaciones -románticas y amistosas- que nacen entre ellos, aún en los lugares menos esperados, nos llevaron a encariñarnos con ellos y establecer a la serie como un hito dentro del legado de la comedia internacional. En la actualidad, todos reconocemos al menos su nombre, o su trama general.

Si bien es cierto que comenzó a perder poder en sus últimos capítulos, se nos presenta como un producto de gran impacto cultural en el marco Occidental. Las comparaciones con Parks and Recreation, que recurre al mismo formato de figuras que desde el interior de la diégesis se refieren a las cámaras y nos apelan constantemente, no tardaron en presentarse, y es cierto que por su alcance masivo abrió un abanico de posibilidades a las ficciones por venir.

A cinco años de su despedida, y a modo de homenaje, rememoramos cinco de los momentos más destacados de esta adaptación y sus carismáticos personajes.

5. Safety Training

En el glorioso vigésimo capítulo de la tercera temporada, dirigido por Harold Ramis, Michael adquiere una particular preocupación por la depresión y busca advertir a los trabajadores de Dunder Mifflin sobre su carácter, peligros y consecuencias. Para ello, no tiene mejor idea que fingir un intento de suicidio desde la azotea de la oficina, claramente con la ayuda de Dwight Schrute -su brazo derecho. Antes que nada, llevan a cabo una prueba piloto para planear la caída del personaje principal sobre un trampolín usando una sandía… experimento que no termina muy bien.

El brillante episodio escrito por B. J. Novak, con todo, lo muestra como aquel showman exagerado y dramático que tanto adoramos, y nos hace estallar cuando Dwight, apegado a su guión, le pregunta a Michael si la depresión no es “otra palabra para desanimarlo”, a lo que el otro, ofendido, responde con una de las frases más icónicas y recordadas de la serie.

4. The Convict

La tercera temporada de The Office fue definitivamente una de sus mejores, y en el noveno capítulo nos introduce el único guión original escrito por Ricky Gervais y Stephen Merchant -los creadores de la serie británica que originó el concepto detrás de esta adaptación. Dirigido por Jeffrey Blitz, El Convicto nos introduce la cuestión del racismo.

Al conocer el pasado del nuevo empleado -ex convicto y negro- Martin Nash (Wayne Wilderson), Michael decide hacer una intervención al respecto. En este sentido, se ridiculizan los propios estereotipos en el discurso del personaje de Carell, en una entrega sensacional muy propia del humor inglés. Y nos presenta, por supuesto, a una de las figuras favoritas de los espectadores: Prison Mike.

3. Stress Relief

Cuando Leslie vuelve a la oficina luego de haber tenido un paro cardíaco, los empleados de Dunder Mifflin deben llevar a cabo un curso de RCP a modo de entrenamiento frente a esos casos. Como todo momento de la serie, la cuestión termina yéndose por las ramas -y eso es subestimarla- cuando le indican a Michael cómo proceder, y debe cantar una canción de The Bee Gees para mantener el ritmo.

El episodio, compuesto por dos partes, salió al aire inmediatamente después de que terminara el Super Bowl, lo que ayudó a que se convirtiera en el capítulo más visto de la serie.

2. Pilot

Si existe una característica particular de The Office que todos recordamos, la misma es la riña permanente entre Jim y Dwight. Los dos personajes a los que tanto llegamos a apreciar se jugaban bromas -algunas más pesadas que otras- el uno al otro, y claro está que al decir esto se nos viene rápidamente a la cabeza el momento en el que, durante el primer episodio de la primera temporada, Jim pone la abrochadora de Dwight en medio de un plato de gelatina.

1. Stress Relief

¿Y qué hay de aquel paro cardíaco de Leslie que mencionábamos hacía un rato? ¿Qué es lo que lo provocó? Trabajar en Dunder Mifflin bajo el mando de Michael Scott en ningún momento fue sencillo, aunque él nada tuvo que ver en esta situación particular. Sí lo hizo Dwight cuando detectó que ninguno de sus compañeros había prestado atención a las instrucciones de actuación frente a un incendio que les había indicado la semana anterior.

Quejándose por la incapacidad pedagógica del PowerPoint, decide llevar a cabo un método de enseñanza un tanto más agresivo.

Por estos momentos y muchos más, The Office se sostiene al día de hoy como una ficción cómica de trascendencia cultural. Las referencias abundan por doquier -la mayoría de ellas a el dúo icónico de Michael y Dwight, aunque no se reducen únicamente a ellos. Sí, podemos destacar su relevancia y el particular éxito de Steve Carell, quien le aportó al protagonista de las primeras siete temporadas un matiz que sus compañeros británicos, por la clase de humor que los caracteriza, no habían explorado.

Pero eso no es todo, porque cada uno de los trabajadores de Dunder Mifflin logró una profundidad suficiente como para hacernos reír y en algunos casos llorar. En definitiva, nos generaron una empatía inolvidable. A cinco años de su final, nos quitamos el sombrero frente a esta brillantez de Greg Daniels. ¡Salud!

Comenta

Print Friendly, PDF & Email