La película de piratas más popular del siglo XXI

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Florencia Martinez

Florencia Martinez

Redactora at Corriendo La Voz
23. Periodista. Estudiante de Comunicación Social en la UNLaM. Amante de la comida. Compradora compulsiva de libros. Eterna cinéfila. Vincent Vega sigue vivo.
Florencia Martinez

El 9 de julio del 2003 se estrenaba en las salas de cine estadounidenses Piratas del Caribe: la maldición del Perla Negra, una apuesta arriesgada de la productora de cine infantil y familiar debido a su tono oscuro y cuota de humor. Tiempo después, repasamos algunos de sus momentos más icónicos.

Cuando surgió el proyecto de un largometraje basado en la atracción de Disneyland, la propuesta resultó bastante extraña. Alejada de la mirada más ingenua y naïf de los previos filmes de la distribuidora, introducía una cuota de realismo -más allá de su planteo fantástico-, violencia y oscuridad que impresionó a las audiencias de todo el mundo. Sin embargo, lejos de ahuyentar al público, se consagró como un hito atractivo para todas las edades.

Dirigida por Gore Verbinski, la película sigue las andanzas del desastroso, impulsivo y excéntrico Capitán Jack Sparrow (Johnny Depp), quien recorre los océanos persiguiendo a aquella amada nave de la cual lo ha despojado un motín de su tripulación. Con la ayuda del herrero Will Turner (Orlando Bloom), se embarcará en una aventura transatlántica en busca de su Perla Negra, un tesoro maldito y Elizabeth (Keira Knightley), la hija del Gobernador (Jonathan Pryce) secuestrada por los piratas liderados por Barbossa (Geoffrey Rush).

El largometraje escrito por Ted Elliot y Terry Rossio, a quienes ya conocíamos por haber guionado a una reconocida Shrek, está cargado de secuencias de batalla, comedia física e intentos frustrados de rescate. Sorprendentemente, esta historia con piratas inmortales que se convierten en esqueletos a la luz de la luna se consagró como un éxito comercial y de la crítica en 2003, y reunió un total de 650 millones de dólares a nivel internacional de acuerdo con los datos relevados por BoxOfficeMojo.com.

Con cinco nominaciones en los Premios Oscar, los cuales incluían a Johnny Depp en la categoría de Mejor Actor, y otras en los BAFTA y Golden Globes, la película abrió un abanico de posibilidades para las secuelas por venir. Hoy por hoy, sabemos que la franquicia, que ya ha reunido billones de dólares, significó una mezcla de los géneros de acción, comedia y terror. Y no sólo eso, sino que además revivió la temática referente a las historias de piratas, que no había sido abordada a gran escala en mucho tiempo.

De hecho, el productor de película que daría inicio a la popular saga de Piratas del Caribe, Jerry Bruckheimer, admitió en una entrevista a Forbes que no existían garantías de que el resultado fuera un éxito. Como los dos intentos anteriores de adaptar una atracción de parque temático al cine, La mansión embrujada y Osos a todo ritmo habían sido recibidos como un fracaso por la crítica, los vientos no estaban a su favor. Sin embargo, hoy sabemos que la apuesta de Disney valió la pena. ¿Cuáles son los motivos de su éxito?

¿El mejor pirata?

Que Jack Sparrow -¡Capitán! Jack Sparrow- sea el protagonista verdadero de una historia que aparentaba girar en torno a Will Turner no resulta extraño. Y es que el personaje representado por Depp no solamente personifica los momentos más cómicos de la película, sino que además le aporta aquella genialidad accidental que tanto nos deleita y que puede percibirse desde el momento mismo de su introducción, con la reconocida melodía producida por Klaus BadeltHans Zimmer.

Con todo, cabe resaltar que, si bien el aporte del actor a Sparrow fue significativo y determinante, hoy en día su nombre es mala palabra en gran parte de la industria -o en algunos sectores- debido a la denuncia por violencia doméstica que elevó su ex, Amber Heard, en su contra. Y con justa razón, aún si se destaca su labor en la saga de Piratas del Caribe, ésta no soslaya la decadencia de su reputación.

De vuelta con Jack en sí, el hombre despojado de su nave es más que el hazmerreír. Camina con la frente en alto, pero es complejo y se encuentra cargado de drama. ¿Qué tan gracioso es que su vida gire en torno al alcohol, a una brújula sin rumbo aparente y el rechazo de gran parte de su tripulación? Dejando de lado a su fiel compañero Gibbs (Kevin McNally). Más allá de la ridiculización de su estado, lo cierto es que la historia de Sparrow lleva consigo un deje amargo.

El increíble logro de Disney fue habérselas ingeniado para canalizar esa personalidad en algo divertido tanto para el público adulto como el infantil, sin por ello negar su naturaleza autodestructiva. Porque Sparrow es un sujeto con un buen corazón, pero escondido debajo de varias capas de superficialidad y egoísmo que lo llevarán al abismo. En evidente contraste con la nobleza de Will, su mundo gira alrededor de sí mismo de una forma extrañamente encantadora y divertida.

En este sentido, el rol de Johnny Depp fue fundamental. Tiempo después del estreno, se conoció que el actor había improvisado varias líneas de su personaje -como fue el caso de su famoso y repetido “Savvy”-, así como tomado libertades con sus movimientos y expresiones. Su sonrisa burlona, acompañada de momentos de sorprendente camaradería, le aportaron al legítimo Capitán del Perla Negra una complejidad admirable.

Mucho más que una damisela en apuros

Para quienes vieron la saga de Piratas del Caribe, una cosa es segura: Elizabeth Swann supera el cliché de mujer que debe ser rescatada. Interesada en lo relacionado a los piratas desde pequeña, una vez que se encuentra dentro de su mundo debe pelear con uñas y dientes para mantener su integridad. Y es así como el personaje se desarrolla, a lo largo de la primera película y la saga en general, en uno de los más fuertes e interesantes.

Personificada por una joven Keira Knightley -la actriz inglesa tenía tan sólo 18 años cuando se involucró en el proyecto de Disney-, Elizabeth se abre camino en un mundo de hombres y lucha por rescatarse a sí misma -y a los demás. A pesar de desarrollar una relación con Will, su arco narrativo no gira únicamente en torno a él, y rápidamente la desprendemos de su interés romántico para consagrarla como una luchadora que defenderá aquello que cree sin plantearse ningún tipo de dudas al respecto.

Terca e inmadura al principio, pero fuerte y decidida hacia el final de la historia, si fuéramos a hacer una lista de los modelos a seguir en personajes femeninos de Hollywood, bien podríamos mencionar su nombre.

Un héroe atípico

Will Turner no es sólo el “buen muchacho”, el herrero valiente con un código ético recto y buenas intenciones. Es un hombre que aprende, a lo largo del camino, que ciertas reglas están hechas para romperse, y que su destino consiste en convertirse en pirata. Si bien es estricto hacia el comienzo de la saga, en el camino entenderá que existen cosas más importantes que su propia rigidez, y que a veces lo justo va más allá de las apariencias.

A pesar de traicionar a Jack en varias ocasiones -cuestión que se dio en ambos sentidos-, fundamentalmente para salvar a sus seres queridos, la lealtad se presenta como un principio estricto en su moral. El personaje retratado por Orlando Bloom reúne todas las cualidades que esperaríamos de un héroe de Hollywood, pero en definitiva nos enseña que la camaradería y el amor son los principios más importantes como persona honrada.

Con todo, el sacrificio y desinterés de Will podrían resultar un cliché por momentos -y con razón-, pero de todas formas son esas cualidades las que nos llevan a apreciarlo profundamente como espectadores y a reconocer su rol fundamental como brújula de Jack.

Los mejores piratas posibles

Es necesaria una mención, por supuesto, de Barbossa como uno de los personajes más fuertes y oscuros de la saga. Regido por ideas completamente egocéntricas, aunque sumamente inteligente, se nos presenta como el antagonista necesario de nuestro protagonista y antihéroe, Jack Sparrow. Su enemistad será retomada varias veces a lo largo de la franquicia, en tanto fue él quien lideró el motín para desprenderse del legítimo Capitán del Perla Negra -y, claro está, este último no se detendrá hasta recuperar aquello a lo que ama.

Y es necesaria la mención especial de todo el conjunto de piratas que hacen a las películas de Disney. Si bien algunos destacan -como el leal Gibbs, el antipático Pintel (Lee Arenberg) y el torpe Ragetti (Mackenzie Crook)-, todos ellos componen un equipo que le aporta una importante cuota de humor a Piratas del Caribe. ¡No nos olvidemos, por supuesto, del mono Jack!

Con todo, Piratas del Caribe: la maldición del Perla Negra es mucho más que un film sobre las andanzas de Jack Sparrow, Barbossa y sus correspondientes tripulaciones. Es un relato fantástico sobre la lealtad, la camaradería y el amor. Pero también va más allá de ésto para plantear una propuesta arriesgada de Disney, una que, sabemos hoy en día, tuvo una respuesta gratificante por parte del público de todas las edades, y que recordamos tantos años después como un clásico.

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