José Mujica

Mientras en Argentina se festejaba la semana de mayo del otro lado del Río de la Plata celebraba el día 20 de mayo su cumpleaños número 78 el actual presidente de la República Oriental del Uruguay, José Alberto Mujica Cordano, probablemente más conocido para muchos como Pepe Mujica, casado desde el año 2005 con la senadora y dirigente histórica del Movimiento de Participación Popular, Lucía Topolansky, tras años de convivencia y militancia juntos. Cuenta un pasado guerrillero y en sus primeras presencias políticas fue elegido diputado y senador, posteriormente ocupó el cargo de Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008. Fue el líder del Movimiento de Participación Popular, sector mayoritario del partido de izquierda Frente Amplio, hasta su renuncia el 24 de mayo del 2009.

 

Macarena Gómez Garcier @maquiagg

para Corriendo La Voz

 

Para algunos querido para otros no tanto

En Argentina últimamente se ha reconocido a la figura de José Mujica, entre algunos sectores sociales, por sentirse orgullosos del presidente vecino en tanto a su manera de vida austera y algunas palabras dedicadas a la presidente Cristina Fernández de Kirchner, pero en Uruguay algunos no piensan igual.

Según encuestas del año 2012, la popularidad de Mujica ha caído por debajo del 50% y la aprobación de su desempeño como presidente es menor a 40%. Ignacio Zuasnabar, de la encuestadora Equipos, explicó que la imagen de hombre común y corriente “es un punto muy importante de Mujica que es valorado por la gente, pero no necesariamente esto es suficiente para contener críticas sobre otros aspectos de la gestión”.
Mujica dice que cayó en las encuestas “porque la gente está mucho mejor y ambiciona mucho más”. Destaca que en su país de 3,3 millones de habitantes, hubo 850 mil que salieron de la pobreza en siete años y ahora “le exigen al gobierno y el gobierno da lo que puede” pero niega que las críticas lo afecten. ”Yo voy a seguir gobernando como me parece, en el acierto o en el error. Que critiquen todo lo que quieran, para eso es la libertad”, comenta. “A mí me han criticado toda la vida”.

 

Historias de guerrilla

José Mujica militó en su juventud en una agrupación del Partido Nacional (grupo político tradicional uruguayo), integrando el equipo de despacho del ministro de Industria y Trabajo, Enrique Erro (designado por el primer Colegiado blanco, gobierno del Partido Nacional). A mediados de la década de los 60 fundó el Movimiento de Liberación Nacional -MLN- Tupamaros, junto con Raúl Sendic y otros compañeros. Como miembro de dicha organización, Mujica participó en operativos guerrilleros, al tiempo que trabajaba en su chacra, hasta que requerido por la policía, se refugió en la clandestinidad.

Durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco la violencia fue en aumento. El Poder Ejecutivo utilizó reiteradamente el instituto constitucional de las medidas prontas de seguridad para hacer frente a la guerra de guerrillas, así como a la creciente oposición de sindicatos y gremios frente a sus políticas económicas. En enfrentamientos armados fue herido de seis balazos, fue apresado cuatro veces y en dos oportunidades se fugó de la cárcel de Punta Carretas.

En total, Mujica pasó casi 15 años de su vida en prisión en diversas unidades militares. Su último período de detención duró trece años, entre 1972 y 1985, siendo particularmente duro. Formó parte del grupo del MLN conocido como “los rehenes”, lo que significaba que serían ejecutados en caso de que su organización retomara las acciones armadas. En esa condición, pautada por el aislamiento y por duras condiciones de detención, Mujica permaneció once años junto con Raúl Sendic, fallecido y Eleuterio Fernández Huidobro, ex senador por el Frente Amplio y actual ministro de Defensa Nacional, entre otros.
En 1985 retornó el orden democrático al Uruguay. Entonces quedó en libertad el grupo de presos políticos, favorecidos por una amnistía. Al reconstruirse el MLN sus militantes pasaron a ser considerados por la izquierda como “los históricos”.

 

Mujica y la Educación

LA EDUCACIÓN ES EL CAMINO (fragmento de discurso) – “Y amigos, el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación. Y mire que es un puente largo y difícil de cruzar. Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo. Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas. Pero hay que hacerlo. Se lo debemos a nuestros hijos y nietos. Y hay que hacerlo ahora, cuando todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento.

Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite. Después resultó que en mi televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo desde Estados Unidos, España e Italia. Después los celulares y después la computadora, que al principio sólo servía para procesar números. Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta. Pero ahora con Internet se me agotó la capacidad de sorpresa. Me siento como aquellos humanos que vieron una rueda por primera vez. O como los que vieron el fuego por primera vez. Uno siente que le tocó en suerte vivir un hito en la historia.

Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas las revistas científicas y todos los libros del mundo. Y probablemente todas las películas y todas las músicas del mundo. Es abrumador. Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente. Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua. Lo conseguiremos si está sólida esa matriz intelectual de la que hablábamos antes. Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena. Es como una carrera en dos pistas, allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica.

Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada. Y probablemente, inglés desde el preescolar en la enseñanza pública. Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo. No podemos estar afuera. No podemos dejar afuera a nuestros chiquilines. Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosión universal del conocimiento. Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica. Nos obliga a ir más lejos y más hondo en la educación. No hay tarea más grande delante de nosotros.”

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