#FlorenciaGutman El collage como encuentro de significados

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    Florencia Martinez

    Florencia Martinez

    Redactora at Corriendo La Voz
    22. Periodista. Estudiante de Comunicación Social en la UNLaM. Amante de la comida. Compradora compulsiva de libros. Eterna cinéfila. Vincent Vega sigue vivo.
    Florencia Martinez

    Arte contemporáneo al alcance de todo el mundo. Ubicada en Villa Crespo y tan sólo a un par de cuadras de la estación de Caballito, la Asociación Civil y Cultural conocida como Casa Brandon abre sus puertas al público para presentar la muestra -de acceso gratuito- de trabajos de Florencia Gutman, “Tome unas tijeras”. Una experiencia que vale la pena presenciar.

    La propuesta está llena de colores y figuras encontradas, en donde la artista presenta tanto obras que resultaron de pedidos de medios, revistas y músicos hasta ideas absolutamente originales. En su primera muestra individual, Gutman enseña una serie de proyectos caracterizados por un marcado estilo autónomo que cumple con creces el objetivo de maravillar al espectador.

    Con todo, la exposición de originales y copias digitales de los trabajos de la artista que se inauguró el 6 de diciembre estará disponible hasta el sábado 30 de diciembre en la planta baja del edificio ubicado en Luis María Drago 236. El talento de la ilustradora y diseñadora gráfica, que ha participado en el desempeño de medios como las revistas Anfibia y OHLALÁ! y el diario La Nación, se destaca a partir del momento en el que su forma de expresión cargada de metáforas visuales le da un plus de significación a su labor.

    “Ciudades para las mujeres” (OHLALÁ!), reúne elementos de arquitectura, urbanismo y naturaleza

    Ella misma realizó la curaduría de su muestra personal, reuniendo un poco de cada cosa para reflejar una presentación tan ecléctica como abarcadora. Sobre esto habló en una charla con Corriendo La Voz, y tenemos su palabra para comentarnos un poco sobre el tema.

    -Los trabajos que presentás en Casa Brandon, ¿están conectados los unos con los otros? ¿Siguen alguna línea conceptual?

    Florencia Gutman: En realidad, hay tres obras que están conectadas y que son libres, que son las que están ubicadas en una pared al medio y se llaman Comida I, Comida II y Comida III. La idea surgió porque yo quería empezar a hacer algo con respecto a esto, a la comida, al cuerpo, y a usar cosas que en general no las vi mucho en el collage, o al menos no en mi trabajo. Un bife, por ejemplo, que es algo medio antiestético… Y cómo usarlo en el collage es algo que me interesa mucho. Pero después el resto es una antología de las obras que fueron publicadas en distintos medios en los que trabajé. 

    -Noté que en varios proyectos de la muestra usás porciones de texto. ¿A qué se debe la utilización de ese recurso?

    FG: A veces es medio al azar porque forma una linda textura. Nadie va a leer el texto, queda como una mancha. No tienen una explicación que surja de un “Lo pongo porque quiero comunicar ésto”. En vez de poner un fondo de color, la textura del texto genera como una pintura. Después sí hay oraciones, frases y títulos que son adrede. Pero no todos los elementos que uso los pongo a conciencia, de tanto en tanto voy probando. Y bueno, las manchas de texto generan fondo y a mí me gusta cómo quedan.

    En “Las Diabluras”, un collage realizado para la revista Anfibia sobre Rodrigo Cañete y la crítica de arte, podemos ver la utilización del texto como textura en todo su esplendor

    -Contame, ¿te dedicás al collage desde hace mucho tiempo?

    FG: Profesionalmente, empecé a publicar en medios en el 2008, 2009. Antes que eso y como técnica, en la facultad empecé a usarla bastante, cuando estudiaba Diseño Gráfico en la UBA. Empecé a resolver varios ejercicios de esta manera… y no sé si lo elegí o me eligió a mí. En la universidad había que resolver cosas y a mí se me daba el collage, me gustaba. Tampoco era que yo dibujara muy bien, prefería resolver con imágenes de revistas. Es una herramienta que la podés usar para distintas cosas.

    “Violencia simbólica”, ilustración realizada para un artículo de la revista OHLALÁ! sobre el chauvinismo en los medios

    -¿Y cuál pensás que es el potencial del collage?

    FG: Creo que cada técnica tiene su encanto. Si lo pienso en función de un trabajo de ilustración, que es cuando alguien te pide algo que está asociado a un texto que tenés que ilustrar, el collage trae un concepto muy abierto porque toma elementos de distintas cosas. Cada imagen carga con algún tipo de significado, y por eso resulta un rejunte que te da varias lecturas.

    -¿Cómo es el proceso de creación? ¿Cuál es el camino que recorrés desde que se te presenta un trabajo hasta que lo ves plasmado?

    FG: Esto es interesante, porque cada proyecto es distinto. En cualquier proyecto de diseño que responde a pedidos lo primero que tenés es un texto. A veces no te dan uno, pero al menos te dan un título, un tema. Entonces leo varias veces y trato de leer de qué va la nota, y en el texto mismo encuentro el concepto. Al principio es medio invisible… pero una lo va construyendo, va seleccionando palabras claves que dan ideas. Muchas veces me lo imagino igual a un boceto en lápiz y papel, como un esquema, y quizás después no me encuentro exactamente con esas imágenes. Eso ya es mucho más libre y depende del azar, de la suerte, de lo que hace al material. Después, y ya con la idea en la cabeza, voy recorriendo las revistas y recortando las imágenes que me sirven. Finalmente hay dos caminos: uno es plasmarlo todo a mano, ir recortando y pegando imágenes; y la otra es escanearlas para hacer el collage en la computadora.

    -¿Cómo definirías tu relación con el arte?

    FG: ¿Viste que ni bien entrás a Casa Brandon hay un texto de un hombre que fue profesor mío? Bueno, refleja exactamente eso, cómo es la relación que tienen los que hacen algo y cuál la de los que responden un pedido de un diario, que no es totalmente libre, pero que a su vez no deja de ser una obra propia. Hay cosas, como el trabajo de Andy Warhol, el pop, el diseño, que partieron de pedidos y después se convirtieron en un símbolo. Creo que el paso del tiempo lo va diciendo.

    -Claro, y de todas formas le estás poniendo tu impronta.

    FG: Yo pienso que sí. Me parece que aún lo que se publica en la prensa, de acuerdo a las variables, se puede leer como obra.

    “La hija del sueño”, un dulce trabajo basado en el poema de 1936 escrito por la venezolana Velia Bosch y exhibido en la Feria del Libro Infantil de Buenos Aires

    -A la hora de trabajar, ¿cuáles son tus fuentes de inspiración?

    FG: Me gusta mucho escuchar música. Siento que no me distrae, sino al revés, me concentra. Escucho mucho jazz porque tiene un ritmo que acompaña el trabajo. David Bowie también me parece un gran inspirador. Después veo a muchas personas que se dedican al collage que son de acá y de afuera. A nivel internacional es tendencia hace rato. Hay una mujer que se llama Michelle Thompson en Inglaterra a la que admiro bastante… También una página que tiene muchas noticias de diseño e ilustración que se llama It’s nice that a la que también miro bastante para ver qué se está haciendo. A veces busco quiénes trabajan combinando collage y pintura y los tomo como referencia… No hay un artista en particular al que sigo y es el Norte de lo que miro y hago, pero voy siguiendo un poco de todo.

    -¿Podés contarme sobre los proyectos que tenés a futuro en tu trabajo?

    FG: Y, desde lo personal, quiero desarrollar esto que te conté sobre explorar el collage con respecto a la comida y la cuestión del cuerpo. Ese es un tema que me interesa. Y después trabajos… bueno, siempre estoy con alguna cosa. Ando con pequeñas ilustraciones para distintos medios, y también hago muchas tapas de discos. No sé por qué aparecen tantos proyectos relacionados a música electrónica, será que el género también es como un collage.

    “Talk Like Tigers”, una banda londinense de electro-pop, le pidió un diseño moderno para las remeras de su negocio online

    Pueden encontrar más información de Florencia en su página web, y nuestra recomendación es que no dejen de ver su exposición. Realmente vale la pena experimentar este aporte al arte conceptual contemporáneo por parte de una artista a la que ya se ha premiado desde la Universidad de Palermo, el Malba y el Concurso Latinoamericano de Ilustración.

    ¡Tienen tiempo hasta fin de mes! No se lo pierdan.

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