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A los 87 años, el 8 de abril, falleció la Dama de Hierro, defensora de los banqueros y del vaciamiento de las instituciones públicas; la íntima amiga de personajes nefastos como Pinochet; la responsable del hundimiento del Belgrano… Básicamente: una de las grandes culpables del modelo neo-liberal que padecemos y contra el cual se sigue luchando.

Por Vanesa Spaccavento @VaneSpaccavento

Proveniente de una familia de clase media inglesa “Margarita” estudió Derecho Económico, llevando a cabo su lanzamiento político en la década del 50´ por el distrito de Bartfor. Siendo ya Ministra de Educación, se la conoció como “la roba leche” porque una de sus medidas consistió en suprimir el reparto gratuito entre los alumnos de los colegios: “Soy demócrata pero también meritócrata. Es decir, todo se debe ganar por méritos. Nada se debe regalar”, dijo en Madrid. Sus cortes en los presupuestos de la educación superior hicieron que se convirtiera en la única Primer Ministro graduada de Oxford en la posguerra que no recibiera un doctorado honorario de la Universidad de Oxford.

Fue en 1979 que se convirtió en Primera Ministra. Si bien su triunfo se debió en gran parte a los sindicatos (en ese entonces el Partido Laborista estaba pasando un momento de debilitamiento a causa de las huelgas y la crisis), durante sus tres mandatos los fue destruyendo metódicamente, incluyendo dentro de sus políticas la prohibición del derecho a huelga.

Dejó de lado la costumbre de tener como asesores a tradicionales del ‘establishment’ británico; su grupo íntimo pasó a estar conformado por nuevos ricos que habían logrado crecer por “mérito propio”.

Las políticas privatistas fueron un condimento primordial de su mandado y son una clara descripción de qué modelo de mundo alimentó.

“Ronnie y Margaret fueron almas gemelas políticas, comprometidas con la libertad y resueltas a acabar con el comunismo”, afirmó en un comunicado Nancy Reagan, viuda y ex primera dama. Colonizar territorios, poner en venta viviendas sociales, darle la espalda a los sectores más vulnerables para incrementar el poder de los banqueros y potenciar así el modelo neo-liberal; desinterés para con las mayorías, ¿es defender la libertad? Las palabras cobran validez, o pierden importancia, cuando se conoce quién las dice: Ronald Reagan, se unía a Margaret Thatcher en su odio por el comunismo y su amor por las políticas privatistas.

Debemos recordar que Thatcher ocupó un importante papel en la Guerra de Malvinas. Se la considera responsable del hundimiento del Belgrano, el cual no solo no estaba dentro del territorio bélico sino que se dirigía al lado opuesto. Lamentablemente, la muerte le llegaría sin ser haber sido juzgada por su participación en esta desigual contienda.

Su salida del poder fue en el año 1990 y durante sus años de mandato fue su propio partido uno de los focos de resistencia a sus medidas. El 22 de noviembre tras presentar su renuncia, fue silbada por los “laboristas” y los “conservadores”, quienes pensaron que recuperarían la humanidad con su partida.

Las reacciones fueron diversas ante la noticia de su defunción. Muchos líderes mundiales reafirmaron su posición en sus comentarios al respecto. En medio de ello se produjo en Rosario la “salida del closet” de muchos políticos latinoamericanos que, seguramente, lamentaron su fallecimiento puesto que son quienes siguen en carrera en pos de un mundo en el que los políticos, lejos de velar por los ciudadanos, gobiernen para el desarrollo del modelo neo-liberal que marca el crecimiento de unos pocos y la miseria de millones.

Hubo sectores de fiesta

Bonus track
La música nunca está ausente. En Inglaterra así como hubo sectores que lloraron ante la noticia, hubo otros que salieron a celebrar porque vieron en su muerte un motivo de alegría. En dicha celebración la canción que entonaron y bailaron en la calle fue “Ding Dong the witch is dead”. La misma musicalizaba la película “El mago de hoz” (del año 1939). Con la muerte de “Thatcher” se ubicó el pasado domingo en el puesto número dos de ventas.