‘Avengers: Infinity War’ o todo lo que Marvel hace bien

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Florencia Martinez

Florencia Martinez

Redactora at Corriendo La Voz
23. Periodista. Estudiante de Comunicación Social en la UNLaM. Amante de la comida. Compradora compulsiva de libros. Eterna cinéfila. Vincent Vega sigue vivo.
Florencia Martinez

La última película del aclamado grupo de los Vengadores ha batido varios récords en su primera semana en cartelera, y el gusto popular no deja de tirar flores a sus pies. ¿Qué es lo que hace que Avengers: Infinity War -el film con nuestros superhéroes favoritos- funcione a la perfección?

27 de abril de 2016. Las salas de Capitán América: Civil War se llenaban, las personas corrían a verla, aplaudían una vez que terminaba. Y, sin embargo, voy a hacer un comentario poco popular: no me gustó. De un momento para el otro, aquel Tony Stark que se oponía a Steve Rogers y quería la cabeza de Bucky Barnes me desencantó. Y es que cuando se meten con el Soldado del Invierno y con mi querido Capi, los resultados sólo pueden ser atroces.

Aquella apuesta de reunir a varios de los integrantes del grupo planteado por Nick Fury no me resultó favorecedora. A partir de ese entonces, comencé a ver la mayoría de las películas de Marvel -exceptuando a la maravillosa Black Panther– con un ojo más bien cínico, desestimando tantas cosas y personajes como se me impusieran desde la pantalla. Creí haber terminado con el cine comercial de superhéroes, y hasta llegué a pensar que mis días como espectadora entusiasta de películas de Marvel habían llegado a su fin.

Con todo esto, no tengo que explicarles que cuando fui a ver Infinity War me mostraba bastante escéptica. Esperaba pasar un buen rato, encontrarme con un producto entretenido quizás. Pero jamás se me pasó por la cabeza que fuera a ocurrir la maravilla que tuvo lugar en aquella sala. Porque, si me lo permiten, encontrarme con un grupo tan numeroso de espectadores en completo silencio, inclinados sobre sus butacas y suspirando de a momentos sólo puede definirse de una manera: magia.

La película, que ya se presenta como el mejor estreno de la historia con un total de U$S 630 millones recaudados el fin de semana de su llegada a los cines de todo el mundo, encantó a las audiencias y superó ampliamente las expectativas. De esta manera, destronó a Star Wars: The Force Awakens, que en 2015 marcó U$S 247,9 millones sólo en Estados Unidos -lugar donde la de Marvel recaudó más de 250. Y esto sin referirnos a su principal rival en materia temática, la Liga de la Justicia de DC, cuya taquilla total superó en tan sólo tres días.

En este sentido, queda preguntarnos qué hace que la tercera de los Vengadores sea un éxito tan rotundo. ¿Cómo es que el largometraje producido por Disney logró enamorar a una desencantada? ¿Fue su trama, sus nuevas adquisiciones, su final…? Vamos a evaluarlo con muchos spoilers. Quienes no hayan visto la película aún, quedan advertidos.

Unidos una vez más

Desde la gran confrontación que significó Civil War, que presentó dos bandos bien enfrentados entre sí, muchos nos preguntábamos cómo se daría el reencuentro de nuestros queridos Vengadores. Durante los 149 minutos de duración que tiene la película que celebra los 10 años del Universo Cinematográfico de Marvel (o MCU, según sus siglas en inglés), veremos cómo los superhéroes deberán dejar de lado sus diferencias y volver a trabajar juntos como tanto tiempo atrás -una vez más, para derrotar una fuerza que los supera individualmente.

Si bien es cierto, claro, que no es Tony (Robert Downey Jr.) quien se comunica con Steve (Chris Evans) para pedirle su ayuda -a diferencia de lo que creíamos y esperábamos-, el efecto sigue siendo sensacional. Y es que los guionistas se enfrentaron a un gran dilema: ¿Cómo lograr que se reencontraran dos personas tan orgullosas? Sin embargo, su compromiso para con el bien común es el factor necesario en la fórmula de la reunión.

Steve Rogers reaparece tras haber estado oculto bajo el radar del Gobierno durante un buen tiempo

Desde el comienzo de la cinta, los Vengadores van reclutándose el uno al otro. La falta de prólogo se hace evidente a partir del momento en el que el film desarrolla un conflicto desde el minuto uno y lo desarrolla en su transcurso, sin darle al espectador ni un segundo de reposo. Lo que nos da lugar al próximo ítem.

Una montaña rusa de emociones

Si hay una expresión que defina a la perfección Infinity War, es esta misma. El espectador se carcajea, asombra y llora. La risa funciona como remedio infalible -la mayor parte del tiempo de la mano del Star-Lord de Chris Pratt-, en tanto la película de Marvel presenta bromas que aparentan ser naturales, no generadas con esfuerzo sino sencillas y efectivas. Y no sólo eso, sino que la audiencia además abandona la sala con la mandíbula al piso.

Y es en este sentido que queremos resaltar que Avengers: Infinity War es, ante todo, un maravilloso espectáculo. Como tal, la cinta representa un entretenimiento que llama nuestra atención constantemente, y no da tiempo al aburrimiento. Esto es un gran logro desde la dirección de Anthony y Joe Russo, quienes dirigen nuestra mirada hacia la aventura de manera constante, y claro, también los guionistas –Christopher Markus y Stephen McFeely.

Es, en definitiva, una película pensada desde todos los aspectos para mantenernos interesados. Y lo logra.

Mujeres al poder

No es sorpresa que los protagonistas de Infinity War continúen siendo los hombres, pues el grupo de los Vengadores está integrado casi por completo por ellos. Sin embargo, si hay algo en particular para resaltar en este film es que ellas llegan a cambiar las reglas del juego y sacrificarse por el equipo. Esto, claro, a un año del estreno de la primera película de Marvel con una protagonista femeninaCapitana Marvel (Brie Larson), cuya aparición ya se anuncia en la escena post-créditos.

La imagen promocional del cercano film de la actriz que nos conmovió con su papel en “The Room”

Las chicas empiezan a presentarse como algo más que una cara bonita, y en ese sentido queremos anotarnos un punto a favor. Es en medio de este cambio eventual de paradigma que la frase que Black Widow (Scarlett Johansson) le dedica a Scarlet Witch (Elizabeth Olsen) luego de que Okoye (Danai Gurira) y ella la salvaran en plena batalla de Wakanda: “No estás sola”. Un mensaje contundente, claro y al punto.

Mujeres ayudando a otras mujeres en el contexto actual, y Marvel tomando nota.

Como esos que ya no hay

Un aspecto digno de resaltar en Infinity War es evidente: cuenta con uno de los mejores -si no el mejor- villanos de la historia de Marvel, Thanos (Josh Brolin). ¿Por qué nos animamos a decir tal cosa? Pues es muy sencillo… porque es uno más complejo de aquel al que estamos acostumbrados, en tanto al final del día pareciera tener una escala de valores bastante desacertada que lo lleva a buscar el bien común.

Lo más atractivo del personaje, sin lugar a dudas, es su ambigüedad moral. No se trata, de hecho, del típico antihéroe vacío de contenido e insulso, que en realidad sólo existe para ser el absoluto contrario de los protagonistas. Thanos es una creación de lo más compleja.

¿A qué nos referimos? Principalmente a que su intención es desaparecer a la mitad del Universo creyendo que es la única manera de salvarlo frente a las inminentes problemáticas de la superpoblación y escasez de recursos. Si bien nadie niega que los métodos para alcanzar sus planes son funestos -de hecho, nos recuerdan al Inferno de Dan Brown-, él parece estar realmente convencido de que esa sola es la chance que existe.

De esta manera, se compromete a encontrar las seis Gemas del Infinito -aquellas piedras que ya hemos visto aparecer a lo largo de los 18 filmes del MCU– para ponerle fin a dicho inconveniente. Tras vencer a Loki (Tom Hiddleston), ya obtiene la primera: la del espacio, que le permitirá teletransportarse a donde le plazca. De ahí en más, su proyecto se pone en marcha y buscará las piedras del poder, de la realidad, del tiempo, de la mente y… la Gema del Alma.

Cuando tiene que sacrificar a su propia hija, Gamora (Zoe Saldana), para obtener a esta última, comprendemos su dolor. No es un ser desalmado que antepone sus propias intenciones egoístas, sino que realmente se preocupa por el bienestar del Universo. Y ahí yace su verdadera fortaleza argumental, que nos lleva a ver más allá de la mera necesidad narrativa de un villano y a entender que es portador de un intrincado código ético. Su motivación es real y palpable, de ahí que funcione tan bien en este largometraje.

Un final jugado

El impacto emocional que nos generó Infinity War no da lugar a dudas: se trata de un golpe de fuerza, una brisa de aire fresco -o helado- en comparación a las producciones que veníamos viendo de Marvel. Esto es así porque si bien es cierto que la gran mayoría de sus películas contaban con una cuota más o menos dramática, la última de los Vengadores nos demostró que nunca tenemos que dar nada por sentado.

Estamos de acuerdo en que quizás la mejor manera de generar suspenso luego de aquel final hubiera sido no anunciar los estrenos de la nueva de Spider-Man -¡aunque nos alegre, porque muchos lloramos con la muerte de ese pequeño Peter Parker caracterizado por Tom Holland!- y la próxima de Avengers. Sin embargo, es muy cierto que el merchandising de Marvel funciona de esta manera, y que acompaña a la lógica comiquera.

Ahora, no nos queda mucho más que esperar a ver cómo se resolverá esta catástrofe planteada por el MCU. ¿Resurgirá nuestro querido Pantera Negra (Chadwick Boseman)? ¿Qué papel jugará la Capitana Marvel en el regreso de los Vengadores? ¿Volveremos a ver de la misma manera a quienes murieron asesinados por la propia mano de Thanos y a aquellos que simplemente se desintegraron, como nuestros queridos Doctor Strange, Star-Lord y Bucky Barnes? ¿Y dónde está ese Hulk que llegamos a amar a través de Mark Ruffalo?

A armarse de paciencia hasta el 2019.

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