A un peldaño
“Dormir. Dormir y soñar. Soñar que nadie queda impune, que la justicia funciona, que no hay privilegios, que la venda de la estatua nos iguala“ Tesis sobre un homicidio – DIEGO PASZKOWSKI. Un sueño compartido por miles que nos cansamos de ver como la balanza, de la Justicia, se inclina siempre para el mismo lado.
Por Ignacio Ortuño @NachoNoc
Ya a lo lejos se veían las banderas, distintos partidos politicos daban el presente en lo alto, gente de distintas partes de la provincia caminando en columnas y gente que ya se encontraba en el lugar. Se escuchaban canciones con distintos tiempos y distintas letras pero cuando llegaba el momento de entonar el nombre MARIANO uno podía sentir que estaba dentro de un estadio de fútbol viendo como los hinchas gritaban con el corazón aquel esperado gol. El sol castigaba nuestras nucas y había quienes se acomodaban en alguna sombra piadosa pero también estaban quienes al grito de “Compa, yo me quedo en la bandera” preferían estar entregados al calor pero luciendo los colores de sus partidos.
El día se hizo un poco extenso pero era más que nada el estar impaciente lo que nos hacía creer que el tiempo no pasaba.
Ya habían tenido uso de sus “ultimas” palabras los imputados y ahora solo reinaba el sonido de los bombos, redoblantes, megáfonos y cantos.
La hora se acercaba y la verdad es que no sabía si quedarme fuera, viendo la sentencia por la pantalla que H.I.J.O.S. habían colocado o si de caradura, quizás curioso, ingresaba a la sala y presenciaba en persona lo que el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 21 dictaba como sentencia.
Era de esperarse, fue más fuerte que yo, agarre una credencial que me habían dado en el establecimiento donde estudio y ante el gendarme de la puerta puse mi mejor cara de “prensa” y después de que me revisarán la mochila pude entrar.
No me es desconocido el interior de Tribunales de Comodoro Py, ya había tenido la oportunidad de conocerlo en la instancia de alegatos por el mismo caso, pero esta vez los medios eran realmente numerosos. Cuando dieron lugar a que la prensa pudiera ingresar a la sala y tras algún que otro empujón para poder acomodarse ingresaron los jueces con el fallo impreso y la lluvia de flashes se hizo más intensa.
El juez Díaz dio una fundamentación detallada de porque habían tomando la decisión correspondiente y aunque no maneje ciertas terminologías judiciales hay que destacar como el juez se explayo de modo que todos allí en la sala, y quienes lo estaban viendo por trasmisión, pudieran entender cada palabra.
Mientras la sentencia se iba desarrollando el clima dentro de la sala se iba intensificando a punto de que cualquier ruido que no saliera del juez ya era molesto.
El presidente del Tribunal finalizó de dar su explicación coloquial a los presentes y dio inicio a leer la tan esperada sentencia, sentencia que tuvo que entrar en receso por los disturbio que los familiares de los acusados, que se encontraban arriba. armaron cuando el Juez leía las condenas.
Lo que las cámaras captaron fue el enojo de los familiares de los acusados que gritaban y puteaban contra los jueces y que amenazaban a Pablo Ferreyra al grito de “Zurdo, te vamos a matar”. Motivo suficiente para que los jueces pidieran desalojar el sector de arriba para poder seguir con la lectura de la sentencia.
Abajo, del otro lado del vidrio las reacciones también se hicieron sentir pero no contra los jueces sino contra los abogados de los acusados que parecían disfrutar del disturbio ocasionado.
El mayor temor de algunos que se hallaban presentes era que los desalojen y cruzarse con los familiares de los acusados y agudizar los disturbios pero no se llego a eso.
Los gendarmes no desalojaron el sector bajo y la sentencia pudo ser leída en su totalidad. Intente quedarme para saber que más podría pasar después de ver como a Pedraza le ponían las esposas pero no pude. El ahogo que tenia dentro de la sala era más fuerte, pero no solo el calor me afectaba sino que también el pensar que la justicia se había quedo a medio camino. Que esto es una victoria nadie tiene duda pero que quedan batallas por pelear tampoco.
Salí caminando de la sala directo por las salidas de los costados de Tribunales sin ir en busca de la puerta principal me dirigí hacia donde estaba la multitud. Multitud que ya no importaba de que partido era sino que el rechazo al unisono ante las condenas los hacia parecer todos un gran grupo. El descontento en sus miradas lo decían todo.
Fue ahí, en la calle, entre bombos y redoblantes, entre voces que se elevaban en cantos y banderas que flameaban que comprendí el significado de MARIANO PRESENTE.